sábado, 31 de enero de 2009

SOLO CONTRA TODOS: Gaspar Noe redobla su apuesta de violencia


Solo contra todos es un film durísimo. Escrito, dirigido, encuadrado y compaginado a lo largo de cuatro años por el argentino Gaspar Noé (radicado en Francia desde 1976), El film viene presidido por una introducción en la que una serie de fotos fijas enmarca la historia relatada por una voz en off. Como collage es brillante: las fotos no "ilustran" o redundan sino que complementan a las palabras, ampliando su alcance y significación. El tono es grave. Hablan de un hombre que soñaba con convertirse en carnicero y lo consiguió. Hasta montó su propia carnicería en alguna calle de París. Pero la suerte le duró poco. Fue abandonado por su mujer y marchó preso tras apuñalar a un joven falsamente sospechado de propasarse con su hija. La hija fue a dar con sus huesos en un internado. El padre, después de un tiempo, dejó una cárcel para ingresar en otra: tal cosa es Francia cuando uno anda solo y sin un centavo en el bolsillo. Al término de la introducción ya sabemos todo eso. Tambíen sabemos que ese hombre, el carnicero, será el anti-héroe al que seguiremos hasta el final (la voz en off era la suya). Y no sabemos, pero sí olemos, que su periplo será cada vez más trágico y sombrío.

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